Entrevista Monseñor Fernando Chomalí

Entrevista Monseñor Fernando Chomalí

"Sin lugar a duda que la presencia de la comunión diaria en la Escuela de Ingeniería, la misa dominical, el acompañamiento de tantas personas contribuyó a que esta vocación cuajara. La vida sacerdotal es muy compatible con los conocimientos que he tenido y que tengo como ingeniero."

1.- Cómo nació su vocación religiosa? o cuándo se dio cuenta que su camino no era la ingeniería? 

La vocación sacerdotal es un llamado de Dios muy misterioso, muy hermoso y muy difícil de racionalizar. Desde mi juventud las preguntas respecto de la existencia del sentido de la vida me acompañaron y ello me llevo a ponerme a disposición de la iglesia que a través de un largo  discernimiento junto a un director espiritual me presente al Seminario y fui aceptado. Sin lugar a duda que la presencia de la comunión diaria en la Escuela de Ingeniería, la misa dominical, el acompañamiento de tantas personas  contribuyó  a que esta  vocación  cuajara. La vida  sacerdotal es muy compatible con los conocimientos que he tenido y que tengo como ingeniero.

2.- Cómo influyó su paso por la Universidad Católica en su decisión de ser Sacerdote?

El paso por la Universidad Católica y en especial por la Escuela de Ingeniería  fue fundamental porque  ahí conocí a un joven estudiante de ingeniería que se fue al seminario, el Padre Jerónimo Walker.  Ello siempre influyó positivamente  en mi vida haciéndome la pregunta ¿porque yo no?.  También conocí compañeros de curso excepcionales    con una vida espiritual y  una vida  pastoral muy intensa  que me animaron a poder dedicar mi vida al sacerdocio.

3.- Que herramientas le dio la formación de ingeniería que haya sido importante a lo largo de su vida?

Herramientas muchas, en primer lugar tratar de detectar los problemas de una manera más racional, en segundo lugar dar soluciones realistas y en tercer lugar algo que aprendí en la escuela a trabajar en equipo. Desde ese punto de vista yo estoy agradecido  de la escuela de ingeniería por la formación que me dio  porque me obliga a ser riguroso en todas las materias que yo abordo y sobre todo  de hacerlo lo mejor posible.  Tal vez una de las cosas que aprendí en la universidad es la excelencia como forma de vida y evidentemente que trato de aplicarlo en mi vida sacerdotal en todo lo que hago.

4.- Hacia dónde van sus oraciones hoy en día, qué es lo que más le preocupa?

Mis oraciones van en primer lugar al Señor para que Él cambie a aquellas personas que tienen corazones endurecidos y que se traducen en guerras, en violencia, en definitiva en mal.

Mi oración va también al Señor para que nos genere un corazón puro, un corazón generoso para terminar con la pobreza, con el desencanto de la vida de tantas personas   y también le pido al Señor que me mantenga firme en el ministerio episcopal con alegría con esperanza.

5.- Algún consejo de vida para los jóvenes ingenieros?

Por su puesto, en primer lugar que reconozcan que tienen en sus manos una parte importante del futuro de Chile que es su desarrollo económico, su desarrollo de infraestructura, su desarrollo industrial. Y no se olviden que ese desarrollo  va acompañado también con el  desarrollo espiritual, con el desarrollo de la familia. Por lo tanto les aconsejo que tengan una vida integrada a un pensamiento no solamente científico sino que también ético y  estético, y también les pediría   que dediquen su profesión  a los más pobres a los que más lo necesitan. Pienso que ello puede hacer  una gran  diferencia. Me gusta saber que hay muchos ingenieros que se dedican a ello en el ámbito espiritual, en el  ámbito social, en el ámbito educativo, y por lo tanto hay mucha esperanza.

6.- Como Arzobispo de Santiago nos puede hablar o contar sobre su nuevo rol y sus metas?

En primer lugar ser una persona que lleve la palabra de Dios. Lo más importante que   tiene que hacer un sacerdote y  un obispo es llevar la palabra de Dios a todas las personas; en segundo lugar dar testimonio de una vida cristiana y ¿que significa dar testimonio de una vida cristiana? que al ver lo que yo hago los lleve a que conozcan a Jesucristo, porque  la misión fundamental de un sacerdote, de un arzobispo es que las personas  conozcan a Cristo, que se enamoren de Cristo, que sigan a Cristo, que crean en Cristo y que cumplan sus mandamientos. Y, por supuesto, rezar mucho por el mundo, por nuestro país, por nuestra iglesia y pedirle al Señor que nos envíe operarios a su mies que es mucha  y los obreros son pocos

Quiero agradecer a la Fundación de Ingenieros de la Universidad Católica esta hermosa oportunidad que tienen de dar a conocer mi vida como Arzobispo de Santiago,  estoy tremendamente agradecido de la labor que ustedes realizan  y espero que más temprano que tarde  podamos trabajar en conjunto  para  dar testimonio de que los ingenieros de la Universidad Católica  tienen un sello espiritual y social  muy importante que espero que  se vea reflejado más aún con mi presencia en Santiago.