Entrevista a Jaime Retamal

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Jaime Retamal, Gerente General del Club Deportivo Universidad Católica y destacado exalumno de la facultad, hizo un repaso de sus años como estudiante de ingeniería, del nuevo convenio de la FIUC con el Club, y de la importancia de su experiencia como profesional.

¿Cómo recuerdas tu paso por la facultad?

Lo recuerdo como un tiempo maravilloso, donde tuve la oportunidad de conocer increíbles compañeros, amigos, profesores y funcionarios. Una comunidad viva y atenta, y desde esa misma comunidad me pude integrar a otra aún más grande, la de la UC, pero siempre desde ingeniería. Fue un tiempo de aprender que lo más importante son las personas, que la vida es un sistema que nos conecta a todos, que, si bien el entorno está dado, no está fijo y sobre él también se pueden hacer cambios. Que la alegría es la mejor fuente de comunicación y que el estudio es fundamental para identificar y entender conceptos. Que los conceptos son más útiles que las aplicaciones, pues estas últimas son sólo el uso de herramientas para explotar el valor de los conceptos que son mas permanentes y profundos.

En la misma línea, mi paso por la facultad me sirvió para entender que no nos formamos para ofrecer certezas inexistentes, sino para tratar de manejar la incertidumbre, y que la felicidad es un regalo de Dios y de la vida.

¿Cómo fueron tus primeros años laborales?

Fue un tiempo para ofrecer a la sociedad los conocimientos “más recientes” y, además, la confianza ingenua de que todo se puede lograr. Si los motivos son nobles, Dios te regala eso. En mis primeros años trabajando (finales del siglo XX), tuve la oportunidad de colaborar con muchas personas formadas en diversas disciplinas, con edades e historias de vida muy diversas, integrando equipos de trabajo con objetivos ambiciosos y nobles. Creo que la energía que tenía cuando salí de la Escuela, la logré canalizar en proyectos técnicos de alto impacto social, llenos de desafíos de alcance público y privado.

Cuéntanos un poco sobre el nuevo convenio entre la FIUC y el Club Deportivo Universidad Católica.

El Club es una fundación ligada histórica y culturalmente a la Pontificia Universidad Católica de Chile, y parte de la estrategia permanente es fortalecer la relación y apoyo sinérgico entre ambas instituciones. Es así como acabamos de suscribir un convenio de carácter académico con DuocUC y tenemos un trabajo colaborativo en materia de medicina del deporte con la Red de Salud UC Christus. En esta línea, estamos buscando reforzar el vínculo con toda la Comunidad UC.

En efecto, si bien ya existe un convenio disponible para los exalumnos de la Universidad, hemos querido generar un espacio de invitación excepcional a la FIUC. Queremos ver más Ingenieros UC en la Católica y este convenio persigue eso. Dios quiera que el descuento excepcional que estamos ofreciendo los motive.

Los invito a conocer y a aprovechar todas las oportunidades de desarrollo deportivo que este Club ofrece a la familia, desde lo recreacional hasta lo competitivo de alto rendimiento. Sin perjuicio de esto, esperamos gestionar conjuntamente con la FIUC, otros espacios de vinculación más amplios.

En lo personal, ¿qué significa para ti este convenio?

Una de las tareas que me encargó el Directorio de la Fundación es el fortalecimiento de la relación del Club con las demás instituciones de la Universidad. Como te decía son muchos los esfuerzos de vinculación que han existido y que estamos ampliando. Este convenio está en esa línea y, por lo tanto, estoy tratando de cumplir el encargo. Sin embargo, en lo personal hay algo más. Sé, porque lo viví, que la Escuela de Ingeniería UC es un lugar donde los valores de la formación disciplinar son muy similares a los valores que el Club quiere cuidar y hacer crecer. Necesitamos cada vez más personas en la base social La Católica que comulguen con esas ideas.

En este contexto, la integración del esfuerzo y compromiso personal, el trabajo colectivo con una visión común y el sello de trascendencia que nos exige la UC, es la estrategia que han permitido a la Universidad, en su rol académico, social y cultural, y al Club, en su componente deportivo cultural, alcanzar grandes cosas. Queremos seguir persiguiendo horizontes de gran valor para Chile y su gente. Más que una oferta comercial, esta es una invitación a las ingenieras e ingenieros UC a sumarse a esta tarea de alcanzar y regalar más valor al país.

¿Cómo ha sido la experiencia de liderar los proyectos de un club deportivo tan importante como es la UC?

El Club Deportivo Universidad Católica fue fundado -formalmente- en 1937, un año antes que el DICTUC, 49 años después de la Universidad y 51 años antes del DuocUC. Su tarea es contribuir al desarrollo de la persona y la sociedad a través de la provisión de experiencias deportivas significativas de diversa índole y alcance.

Es una hermosa y gran institución: 11 ramas con más de 2200 socios deportistas de escuelas formativas o ramas competitivas; más de 1200 socios generales; recintos con infraestructura del más alto nivel existente en Chile, de amplio espectro (desde CompuTrainer para el triatlón, hasta pesebreras para más de 100 caballares de salto o adiestramiento); cuerpos técnicos y de preparación física de excelencia; profesionales de psicología deportiva y de reintegro médico de lesiones; un Plan de Desarrollo Deportivo que busca acompañar y apoyar a los deportistas con potencial de alto rendimiento; con muchos auspiciadores que ayudan a financiar esta organización y su ambiciosa visión de complementar una amplia participación de base con una élite competitiva de gran exigencia; y por último, un estamento custodio de la historia del Club como son los Cruzados Caballeros.

Toda esta riqueza de vida con foco en y desde el deporte se soporta desde una capacidad de gestión y administración que ejercen personas con mucho compromiso y profesionalismo, las que además llevan muchos años en esta noble y difícil tarea. La gobernanza del Club es compleja y amplia. Un directorio de la fundación, dirigentes de ramas deportivas, comisiones de trabajo para apoyo de la gestión y el desarrollo, y una gerencia general que lidera la gestión integral de la actividad.

Entonces, ¿cómo ha sido la experiencia para mi? Desafiante, muy desafiante, pero a la vez bastante entretenida y muy linda. En los seis meses que llevo en el cargo, me he sentido muy acogido por todos los estamentos del Club, lo cual agradezco muy sinceramente.

¿Qué significa para ti ser ingeniero civil de la Pontificia Universidad Católica?

Para mi, hace años me llenaba de orgullo, pero hoy más que un orgullo, es una sensación de responsabilidad, pero no una que necesariamente se visibilice, es más bien una sensación de compromiso y exigencia. Recibimos una educación excepcional y las oportunidades que esa educación nos ha regalado son enormes, por lo tanto, nos guste o no, eso nos compromete. A pesar de la imperfección que cargamos, este sello nos exige. Llevémoslo lo mejor que podamos, Por la Patria, Dios y la Universidad.

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