¿Qué significó para ti estudiar en la Universidad Católica?

Estudiar en la Católica para mí fue encontrar un lugar con todos los recursos y todas las posibilidades para poder estudiar tranquila en esa época, habían muchas opciones para estudiar diferentes especialidades, el campus San Joaquín contaba con una gran cantidad de posibilidades para hacer deporte, para estudiar, una tremenda biblioteca, un lugar súper amable en cuanto a las personas y compañeros con los cuales tuve una gran experiencia  y mis mejores amigos de la vida.

¿Qué valoras de la escuela de ingeniería?

Valoro, más allá de lo difícil que fueron algunas asignaturas, la capacidad para razonar al  enfrentarse a los problemas y poder organizar toda la información para poder dar una solución por muy complejo que sea el tema. En cualquier situación, aprendemos que existe una forma de abordar los problemas y de poner a disposición de la solución todos los recursos que existen. Creo que haber estudiado ingeniería y haber estudiado asignaturas de diferentes especialidades, me permitió trabajar en diversos rubros adaptándome y aprendiendo en cada uno de ellos.

¿Hiciste algún post grado?

Estudié un Magíster en Administración de Empresas, un MBA en la Universidad Católica para complementar lo aprendido en Ingeniería con temas de negocio y después hice un Diplomado en Liderazgo y Coaching en la Universidad Adolfo Ibañez, que significó una nueva mirada acerca de cómo vivir mis desafíos profesionales, que iban mas allá de lo técnico, y que tienen que ver con la capacidad de trabajar en equipo, liderar, y sobre todo de aprender de uno mismo y de las personas con las que trabajamos para desarrollar sus potencialidades. Esto lo aprendí luego de varios años de estar trabajando y darme cuenta de la importancia del clima laboral y de la gestión que es necesario realizar en cada uno y en los equipos de trabajo para lograr compromiso y pasión en lo que hacemos. Esto me llevó posteriormente a certificarme como Coach Ontológico en Newfield, una de las escuelas de coaching que hay en Chile.

¿Hoy a que te dedicas?

Hoy día me dedico a desarrollar proyectos en temas de energías renovables y micromovilidad sustentable. Formé una empresa en el año 2014 que se llama Energía MC2, en la cual desarrollamos proyectos y asesoramos a empresas en la implementación de este tipo de proyectos.

Luego de 7 años con esta empresa trabajando en desarrollo de proyectos y asesorías en temas de energías renovables, decidí emprender un nuevo desafío formando, junto con una compañera de la universidad, una empresa que se llama Ecocharge, en la cual estamos desarrollando proyectos de micro movilidad sustentable, desarrollando estaciones de carga con energías renovables para bicicletas eléctricas, scooter y triciclos eléctricos. En general estos vehículos que son súper amables con el medio ambiente se enchufan a la red eléctrica, proveniendo una parte de esta energía de combustibles fósiles, pero al diseñar estaciones de carga conseguimos que no solo sea un transporte sustentable, sino que la energía con la cual se cargan también sea 100% renovable.

¿Cuál es tu desafío personal en el rol que actualmente tienes?

Mi desafío personal en nuestra empresa EcoCharge, es poder implementar sistemas de micro movilidad sustentable que permitan a las personas desplazarse sin contaminar y que también mejoren su calidad de vida. De esta manera también contribuir a mejorar la accesibilidad en muchos lugares donde es muy difícil llegar si no tienes vehículo propio, como por ejemplo en la Patagonia, donde hay muchos lugares maravillosos, que solo puedes llegar en auto, hoy poder hacerlo en bicicleta eléctrica impulsada con la energía del sol y del viento, como es en nuestro proyecto que acabamos de instalar en Chile Chico.

¿Cuál es el propósito y el principal anhelo que tienes para la FIUC?

Poder potenciar el networking entre los ingenieros titulados de la Universidad, generar una comunidad viva que potencie el desarrollo profesional y personal entre nosotros y, que también seamos capaces de ser solidarios con los estudiantes que necesitan apoyo económico en su paso por la Escuela de Ingeniería, que hoy además tiene programas que buscan la inclusión del talento independiente de las condiciones económicas. Entonces el desafío que hay hoy es aumentar la base de personas que sean socios de la FIUC generando una propuesta de valor que sea interesante para poder sumar más personas a este gran desafío.

¿Cuál es la impronta que te gustaría dejar durante este periodo de vicepresidencia?

Con respecto a la impronta, me gustaría que fuera un trabajo en equipo, me gustaría un trabajo coordinado entre muchas personas que participen en los comités que estamos creando para poder participar en las diferentes áreas que necesitamos que se desarrollen, por ejemplo, en el relacionamiento con las empresas, en el relacionamiento con los alumnos de ingeniería, en incorporar a la gente joven a poder integrarse y a poder llegar con nuevas ideas, etc. La impronta es un trabajo en equipo y comunitario, y que no sea sólo un directorio que esté en una cúpula tomando decisiones, sino que integre las voces y las manos de todos los ingenieros que quieran aportar a contribuir a una mejor FIUC.

¿Qué proyectos tienes para el futuro?

Hacia el futuro es consolidar nuestra empresa de micro movilidad sustentable y poder establecer también un lugar de operación en Aysén, desarrollando proyectos que contribuyan a que ese lugar se mantenga puro, que no lleguemos a contaminar allá, a ensuciar, sino que lleguemos a cuidar el ambiente y a mejorar la calidad de vida a través la implementación de energías renovables, que hoy es un sueño para muchos, pero falta para que sea una realidad. Faltan ingenieros, faltan profesionales de todo tipo para poder contribuir a que el desarrollo de la Patagonia sea sustentable y amigable con las personas que viven allí.