“Hemos logrado superar muchas barreras y hay más conciencia estructural” – Entrevista con Baggie Cuchacovich, Gerente de Estrategia Clientes Ecosistemas Digitales Banco BCI

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Baggie Cuchacovich pertenece a una generación especial de Ingenieras UC: la primera de mujeres en TI. Hoy, con casi 15 años de carrera profesional en BCI, lidera la estrategia de clientes en ecosistemas digitales, rol que reconoce tiene un propósito más allá del tradicional negocio bancario, permitiéndole ayudar a los emprendedores para que puedan crecer y hacer escalar sus iniciativas, así como también ayudando a las personas a realizar sus pagos y transacciones del día a día.

La carrera de Baggie tiene un denominador común en todas sus etapas: abrir nuevos espacios. Desde ser parte de la primera generación de Ingenieras TI, pasando por armar la primera banca privada chilena (Wealth Management) e implementar la estrategia de Experiencia Clientes y posteriormente de Gobierno de los datos en toda la organización.

Y como cualquier persona pionera, el camino no ha sido fácil. Más aún, pensando en que como mujer, para crecer profesionalmente y compatibilizar su vida personal y familiar, reconoce que siempre hay un costo. Sin embargo, con organización y ganas, lo ha hecho posible.

¿Por qué decidiste estudiar la especialidad de TI?
Estudié cuando la especialidad era bien nueva. Era la primera generación de mujeres en TI y hay que considerar que a la carrera ya entrábamos pocas. Los primeros años descubrí cosas que ni sabía que existían. La verdad es que no era tan “computina”, pero me fue muy bien, aunque al principio me costó un poco más.

Para titularme hice la memoria de la mano del Centro de estudios de tecnologías de la información de la UC con un proyecto para VTR. Me ofrecieron quedarme ahí pero me interesaba entrar al mundo empresarial.

Llevas casi 15 años en la misma empresa. ¿Cómo has ido moldeando tu carrera en BCI?
Entré en 2007 como Ingeniero de Procesos en un programa que es un semillero para crecer dentro de la organización. Los cargos de liderazgos de hoy en día, muchos vienen de esa etapa. Fui cambiando de proyectos según los propios cambios de las organización.

Me tocó armar la primera banca privada chilena (Wealth Management). Luego pasé al proyecto de pagos y me tocó trabajar con empresas consultoras de clase mundial. A pesar de que la estrategia va mutando, lo que no cambia es que la misión de BCI es ser el banco preferido de clientes y, para lograrlo, hemos trabajado con distintas instancia. Hasta fuimos al Disney Institute para aprender a generar experiencias memorables.

Sin embargo, hiciste una pausa laboral para acompañar a tu marido a un rol fuera de Chile, pero donde también aprovechaste de estudiar.
Mi marido tuvo la posibilidad de salir como expat a Canadá y acompañarlo era parte de un proyecto de familia. Sin embargo, incluso en ese momento, BCI me apoyó.

La empresa tiene un programa de financiamiento para becas y son pocas las mujeres que pueden ganar ese tipo de beneficios. La banca en general está muy orientada a lo comercial y a ventas, pero en Bci siempre se han preocupado de estar a la vanguardia, ser innovadores, e invertir en sus colaboradores. Y como yo estuve en proyectos estratégicos e innovadores, financiaron parte de mi MBA en la Universidad de Toronto.

Cuando volví a Chile, lo hice como Subgerente de productos de la banca transaccional y fue la primera vez que tuve mucha gente a cargo, con proyectos claves para clientes de la banca Wholesale.Luego, me pidieron hacer el cambio para implementar la estrategia de Gobierno y Cultura de datos en toda la organización. Tener datos de calidad es clave para tener buenos insights analíticos y con esto, podemos hacer una oferta muy personalizada a los clientes, agregándoles más valor y que, además, los vincula mejor con el banco. Hoy estoy en un rol donde puedo articular la estrategia de nuestros clientes en el ecosistema digital.

El análisis de datos hoy es crucial para toda organización. ¿Qué es lo que más te gusta de tu actual rol en BCI.
Trabajé con gestión del cambio, gestión de personas y, en paralelo, implementamos toda una cultura que abraza los datos y la tecnología. Este avance es algo que finalmente se traspasa no sólo a los clientes, sino que también a las familias de los colaboradores, a los proveedores y a la sociedad. Siento que hay un propósito más allá de la plata y es una de las cosas que más me gustan de la organización, porque le damos un sello diferente de cómo hacer el negocio bancario.

Ya logramos la transformación digital, entonces ahora estamos con una evolución de nuestra estrategia que tiene que ver con el ecosistema digital. Es una visión mucho más integral de lo que necesitan los comercios y las personas. Desde aquí buscamos ser partners de las pymes y acompañar a los individuos en su cotidianidad con las empresas. Es preguntarse permanentemente cómo ayudo, desde el conocimiento que me entregan los datos y la analítica, en esta cadena para que puedan construir, ser sustentables y más eficientes para crecer y escalar, y a la vez entregar un servicio o producto de valor agregado a la comunidad, que lleguen a las personas, para satisfacer sus necesidades, y finalmente mejorar el bienestar de todos y todas.

Desde el punto de vista de género, ¿cómo ves el escenario cuando comenzaste comparado con el presente?.
Yo creo que hemos logrado superar muchas barreras y hay más conciencia estructural. Las empresas buscan instancias para que las mujeres puedan capacitarse y promoverlas internamente. Hay muchas mujeres muy profesionales, talentosas y que son mamás. También mujeres que trabajan en áreas de datos y analítica que antes era un sector predominantemente de hombres. Por ejemplo la Chief Data Officer del banco es mujer (Claudia Ramos).

Hay que tener claro que va a haber un costo. Por eso hay que ser más productivas porque te tiene que alcanzar el tiempo no sólo para trabajar, sino también para tu familia, tus hijos y para ti misma.

Igualmente creo que para una persona que entra ahora va a ser más fácil que cuando yo entré. No hay un gap tan grande, hay un pequeño camino arado, ya recorrido.

¿Qué dirías que ha sido clave para poder seguir creciendo profesionalmente?
Ojalá tener una red de apoyo porque es muy difícil sin alguien que te apoye. Me costó encontrar el equilibrio porque me embaracé mientras estaba en el MBA y cuando llegué a Chile quería desarrollarme pero estaba también con el postnatal. Con mi marido somos equipo y los roles familiares son 50 y 50. Pero también hay que tener muchas ganas y “hambre”. No olvidarse que nadie te va a venir a tocar la puerta para que puedas desarrollar tu carrera. Eres tú la protagonista. Por algo estudiaste tantos años y cómo te vas a perder eso! Es rico sentir que aportas, que tu opinión es importante y que reconozcan tu trabajo.

Creo que además es clave definir prioridades y ser honesta contigo misma y tus capacidades.