Entrevista a Loreto Valenzuela

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Loreto Valenzuela se tituló como ingeniera química en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Fue la primera vicedecana de la escuela y hoy, después de ser elegida por sus colegas, es también la primera decana en sus 130 años de historia. Conversamos con ella para saber más sobre ella y sobre los desafíos que enfrentará durante los próximos 4 años.

¿Qué significa para ti este reconocimiento?
Bueno yo soy profesora de la escuela hace 20 años y para mi es una oportunidad de poder contribuir a la Universidad, a la escuela y al país en la formación de personas, de una manera mucho más global de la que puede tener como profesora de una generación, de un curso o de un área (aunque ese aporte es super importante).
Además, es super emocionante pensar que puedo colaborar desde este rol, en una etapa intermedia de mi carrera. Llevo 20 años trabajando en la escuela y si me jubilo a los 65, me quedan otros 20 años, así que estoy justo en la mitad.

Respecto al hecho de ser la primera mujer decana, siento que ha sido una oportunidad para hablar del tema. No es que sea lo que más me emociona de ser decana, pero ha permitido difundir y hablar de que efectivamente no sólo hay pocas decanas en ingeniería, sino que en todas las carreras. Y no solo en la Católica, también en las otras universidades.
Y dicho sea de paso, también es la primera vez que hay un decano de Ingeniería Química, y de Rancagua.

Ya venías trabajando como vicedecana. ¿Qué líneas de trabajo te marcaron más? / ¿Cuáles son tus principales metas para los próximos cuatro años?
Principalmente la interdisciplina. Quiero hacer florecer esas capacidades que surgen cuando juntamos personas con diferentes líneas de pensamientos, carreras, y formas de ser. Y por otro lado, incorporar incentivos y maneras de fomentar la colaboración en todos los niveles. La docencia, la investigación, etc.

Por ejemplo, hace poco tuve una reunión en el Instituto de Ingeniería Biológica y Médica. Cuando yo ingresé a la Universidad, el ´95, no había nada ni siquiera remotamente parecido a eso. Años después, cuando volví de hacer el doctorado en ingeniería biomédica (en biomateriales) en Estados Unidos, éramos varios profesores que estábamos de alguna manera en el área.

Con ese grupo empezamos a desarrollar una propuesta que derivó en la creación del major de ingeniería biomédica y del Instituto de Ingeniería Biológica y Médica, que convoca a las facultades de Ingeniería, Biología y Medicina. Esa experiencia ha sido muy valiosa para entender cómo a partir de una idea y de personas interesadas en las interdisciplinas se puede terminar generando un programa académico y de investigación que aporta y genera conocimiento.

Mientras estudiabas en la escuela por primera vez ¿Te imaginaste ser tú algún día la decana?
No, jamás … Aunque toda la vida quise ser profesora. Profesora, doctora e ingeniería. Y fui las tres.
A ver, cuando entré a la carrera me encantaba la Ingeniería. Me encantaba la interdisciplina entre la química y las matemáticas. Y siempre me gustó la parte de enseñar. Fui ayudante desde mi segundo semestre y durante toda mi carrera, entonces mi inquietud era más por la docencia.
Cuando volví para trabajar en el major de ingeniería biomédica, empecé a participar en actividades de gestión y me di cuenta de dos cosas. Una fue que se me daba y la otra, que me encanta.
Entonces asumí el desafío de ser directora asociada de pregrado de la Escuela, bajo la dirección del profesor Mauricio López (QEPD) y, años después, el decano La Llera me invitó a participar de un programa para potenciar liderazgos dentro de la escuela. Después me seguí capacitando, me invitaron a hacerme cargo del vice decanato de la escuela (…) Pero todas esas competencias, habilidades y redes que fui haciendo, han sido claves. Fui descubriendo que tenía la capacidad y que me gustaba en el camino.

¿Qué clases y/o profesores o personas te marcaron mientras estudiabas?
Mi grupo de amigos, que era una mezcla entre ingeniería química e ingeniería en transportes.
En cuanto a profesores, Lorena Correa, que me hizo probabilidades y estadísticas, después fui su ayudante y años después, en college, me tocó trabajar con ella. También Ricardo San Martín, que fue muy clave en mi área de desarrollo vocacional. Fui su ayudante en termodinámica mucho tiempo.
Y muchos más.

¿Crees que la escuela de Ingeniería UC se caracteriza/ diferencia por algo? ¿Qué?
Sí, por esta mirada más holística de la ingeniería que tenemos. Más global. Hay un hincapié en la interacción entre las distintas disciplinas. Es el resultado de un paradigma sobre cómo a través de la suma de sus disciplinas se pueden abordar y solucionar los diferentes problemas de la sociedad, y creo que se traspasa a la formación de sus estudiantes, por ejemplo con estos major y minor.

¿Cómo ves a las generaciones actuales de estudiantes, en relación a tu generaciones?
Ahora estas generaciones son super distintas, porque son alumnos que estuvieron dos años desde la casa, que tienen preocupaciones diferentes y que al mismo tiempo poseen una visión global del mundo más amplia que la que solíamos tener nosotros. Hoy, pensar en asistir a un seminario en Alemania es conectarse a un zoom. Las barreras de la distancia y de los idiomas han disminuido y están mucho más abiertos a la globalidad.
Sin embargo, al haber tantos estímulos distintos, también son mucho más dispersos. Para bien y para mal. Les cuesta más enfocarse en una sola cosa. Tal vez debemos trabajar en eso y apoyarlos para el foco. El logro del objetivo, de la misión y no quedarse tan solo en la inmediatez.

¿Qué te gustaría mantener y qué te gustaría transformar en la escuela?
¿Mantener? Todas estas iniciativas, cambios y proyectos que están en una etapa inicial o recién en consolidación. Por ejemplo, cambios curriculares. Siempre se nos pueden ocurrir nuevos cambios. Pero hacer cambios sobre otros cambios que aún no están consolidados es un riesgo de no llegar a ver los logros de lo anterior. hay que darles tiempo para ver su desarrollo.
Y lo distinto es que está instalada la idea de que en la Escuela hacemos muchas cosas, y lo que yo he visto es que no es eso, pero sí que está instalada la idea de que todos tenemos que hacer todo, todo el tiempo. Creo que hay que administrar mejor las tareas, los recursos y las energías para que algunos se encarguen de una parte, otros de otra, y que como grupo sí hagamos todo.

Para cerrar, una pregunta de bonus ¿Cúal era tu lugar favorito del campus mientras estudiabas?, ¿Cuál es tu lugar favorito del campus hoy?
Mi lugar favorito puede ser el patio de ingeniería porque marca un poco el paso del tiempo, mi experiencia y mi cambio como estudiante, profesora y ahora decana.
También esa placita donde antes estaba el Foodgarden porque ahí siempre paso por ahí y te encuentras con gente. He descubierto allí un increíble lugar donde encontrarnos.